| 
                 Encontrarte no fue 
                  fácil nunca pensé que lo sería 
                  Había caminado leguas sin descanso y un día te 
                  vi 
                  Mi corazón se hizo inmenso, crecido en mi pecho 
                  Luchaba por salir, para indicar que allí estabas tú. 
                  Nunca podía yo imaginar que un una página amarilla 
                  Aparecería tu foto y tus trazos delineados para el amor. 
                  Una especie de miedo y asombro se mezclaron en mi 
                  Te ausculté hasta el último rasgo buscando, buscándote. 
                  Eras tú y te miraba en silencio y en el tumulto de mis 
                  Sentimientos que se hacían evidentes a cada pálpito 
                  De mi corazón desordenado y sumido por la impresión. 
                  Tus ojos no miraban nada fijo pero yo adiviné para dónde. 
                  Páginas y páginas, letras y más letras 
                  consumí para saber. 
                  Hube de hacer mía tus rubricas que hoy tengo la fortuna 
                  de poseer y las puedo leer y releer a gusto y libremente. 
                  Nada ha cambiado dentro de mí ser, cada día te 
                  veo más. 
                  Hoy te conozco, tanto o más que a mí misma, en 
                  esta vida. 
                  Tarde te encontré, me lo he dicho, pero lo vivido contigo 
                  no lo cambiaría por ninguna promesa de vida eterna… 
                  Mi atrevimiento me llevó ante tus ojos y no hubo misterios. 
                  Volvería a caminar descalza en las brasas candentes de 
                  tu amor 
                  Nada me detuvo, ni los malos presagios y sigo mirando tus ojos. 
                  Ojos que guardan las tristezas y las alegrías de amores 
                  atardecidos, 
                  lívidos como esta pasión que se subleva y me invita 
                  a vivir sin contar. 
                  Caminé contracorriente con la oposición de muchos 
                  prevenidos... 
                  Caminé, sin desmayar, para convertir mi adusto otoño 
                  en primavera... 
                  Fui a encontrarme con el otoño de tu vida, quería 
                  llenarlo de bellas y 
                  fragantes flores y colmarlo de los sutiles olores y darte la 
                  PRIMAVERA. 
                  ¡Fue apocalíptico caminar a tu encuentro, pero 
                  siempre te encontré! 
                   
                   |