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                Mirando tras el denso 
                  ventanal de mi propia vida, ese que se abrió cuando yo 
                  nací, me vi claramente asaltando los rosales 
                  y abandonando los espinales, para que hasta mi sólo llegaran 
                  las aromas gentiles y perfumadas que expelían las bellas 
                  rosas. 
                  ¡Si recuerdas para que naciste no digas que ya te fuiste! 
                  Recordaba una linda canción que me regaló un viejo 
                  amigo, 
                  Una noche de despecho, y pensé no sé por qué 
                  me apegué 
                  A esa letra, si nunca ha sido mía la condición 
                  de quitar en 
                  Préstamo: afectos, rosas, amores y, menos aún, 
                  las espinas. 
                  ¡Tener clara las razones te aleja de muchos sermones! 
                  Suelo comprar mis rosas o aceptarlas en regalos, de manos 
                  De gente proba, para rociarlas con mis propias fragancias… 
                  Las rosas de hoy en día, nada tienen de su esencia les 
                  han 
                  arrancado ese espíritu perfumado que las hacía 
                  más atractivas. 
                  ¡El hábito no hace al monje, pero todo monje tiene 
                  hábitos! 
                  La rosas como el amor han quedado convertidos en pétalos 
                  sin olor, hasta los colores han variado, ahora las tiñen 
                  de azul 
                  para complacer los placeres de quienes tienen sus caprichos. 
                  Hoy, son sólo epitafios de naturalezas alteradas y muertas… 
                  ¡El amor y las rosas se falsean, pero no son, ni lo uno 
                  ni lo otro! 
                  Comparo mi corazón infantil y juvenil con las rosas de 
                  otrora. 
                  Eran Rosas hermosas llenas de vida, color y olor a naturaleza. 
                  De ese corazón y de esas rosas, sólo quedan las 
                  magulladuras. 
                  Con esas fragancias se fueron los rubores del corazón 
                  anhelante. 
                  El dolor del amor como el olor de las rosas se esfuma, toca 
                  esperar! 
                  En Las rosas sólo encontramos réplicas de lo que 
                  fueron un día 
                  y en nuestros corazones, los afectos se han confundido, y en 
                  fingir, 
                  para que se parezcan a lo que nos dijeron que era, se quedó 
                  el amor. 
                  Por ello, este corazón esperanzado, anda así, 
                  abatido por error… 
                  ¡Todo pasa y todo queda…pero hay que avanzar hacia 
                  el frente! 
                  Los pecados no se cuentan, pero esos dos, han sido tormentas. 
                  No puedes quitarle a las rosas su color y su olor y, pretender 
                  que 
                  Siguen siendo rosas y, no puedes quitarle al corazón 
                  sus naturales 
                  Sentires y pretender que no sienta, cuando se llena del Amor… 
                  ¡La naturaleza es sabia y sabrá preservar lo que 
                  es original! 
                  A Dinamarca fui un día y me cercaron las rosas que eran 
                  mías… 
                  Tuve el contacto de la flores y me perfumaron sus olores y sus 
                  naturales colores, no fue mentira, esas rosas eran las rosas 
                  mías. 
                  Hoy no me engaño con rosas falseadas y no las quiero 
                  ni regaladas. 
                  ¡Cuando algo te pertenece volverá a tu esencia 
                  y a tu presencia! 
                  Con mi corazón el cuento es otro, mi corazón es 
                  gitano y vuela libre. 
                  Su costumbre es fijarse en los necesitados y allí, se 
                  queda varado… 
                  Lo he tratado de educar, pero él siempre se rebela, marcando 
                  sus 
                  territorios, para recordarme que vino a espantar ciertos demonios… 
                  ¡Cuando tu *misión te llama, no la apaga ni la 
                  más húmeda flama! 
                  *Sabía lo que me esperaba, fue duro, pero necesario y 
                  fui a cumplir con la misión de vida que acepté 
                  al nacer…
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