| 
                Amado mío seguirás 
                  reinando en mi corazón 
                  No importa que tú no estés cerca y no te vea. 
                  Pero mis labios no te olvidan, con o sin razón, 
                  Y, aunque no regresas nada impide que yo crea. 
                  Eres mi credo, eres mi gran y sutil verdad... 
                  Eres mi luna y mi sol cuando requiero de ti. 
                  Y cuando el frío asalta me arropa tu bondad. 
                  !Ah,acá espero por ti, cada día, como te prometí! 
                  Te he desnudado mi corazón sin importar nada 
                  Todo ha sido por el amor que me robó el sentido 
                  Y ahora, no sé qué hago de mí, estoy anonadada. 
                   
                  Tengo tanto que decir, pero me callo a cada latido. 
                  Quiero pedirte mirando tus labios que me beses, 
                  pero esta distancia insondable me hiere a morir. 
                  Hoy iría a buscarte, pero son tantos los reveses 
                  que prefiero la espera paciente que por ti ir. 
                  Me iré a la calle vestida de fiesta anochecida 
                  para no pensar que ya no vienes y así contentar 
                  a mi alma que se desespera, al saber de tu partida. 
                  No sabré de horas ni veré la aurora despuntar. 
                  Si vieras el espacio vacío que has dejado en mi lecho 
                  no podrías dormir en ningún otro y me verías 
                  allí. 
                  No lo digo por nada, sólo quiero sacarte de mi pecho. 
                  Ay, si supieras todo, aquello y lo otro, que por ti sufrí. 
                  ¡Cuando te ataque la tristeza, solamente piensa que  
                  el amor ciertamente, es pureza y nunca vileza! 
                  
                  
                  
                   |